Siempre que hablamos de publicidad y marketing nos suelen venir a la mente tanto las grandes producciones publicitarias, como el despliegue de las series de Netflix, tanto en plataformas online como offline. Ahora bien, esa parte de las campañas es solo la punta del iceberg. En esta ocasión, afrontamos una acción de marketing que está más oculta pero que tiene un impacto notorio en nuestra comunicación, el remarketing.
Si al hacer una campaña nos quedamos solo en la pieza principal, el anuncio de paid media/search o el cartel en un mupi, perdemos en cierta medida la oportunidad y el potencial que puede tener nuestra campaña de marketing. Por eso mismo existe el remarketing, para alcanzar a las personas que han interactuado previamente con tu marca.
De hecho, ¿sabías que hay un 76% más de posibilidades de que una persona clique en un anuncio de remarketing que en uno estándar? Esto es así porque los anuncios básicos son lanzados de manera genérica, por lo que muchos usuarios no se ven identificados con el anuncio, pero esto no se acaba ahí.
Cuando lanzamos un primer anuncio, por ejemplo, mediante Google Ads, no es solo para generar tráfico y ventas, sino para segmentar nuestra audiencia y en los siguientes anuncios utilicemos el remarketing para mandar mensajes personalizados a nuestro target y, así, mejorar el porcentaje del CTR (Click through rate).
Lo más importante dentro de una campaña de remarketing es identificar los siguientes puntos:
Estos tres puntos se complementan entre ellos, y dependen unos de otros. Por eso mismo, contar con un equipo de profesionales que sepan leer entre líneas y combinar las campañas estándares con identificar los puntos de acción sobre cada target es de vital importancia.
Identificar y ejecutar correctamente una campaña de remarketing puede significar el éxito de una campaña de comunicación, y con ello, tener un buen ROI (return of investment) que nos permitirá justificar la realización de la campaña y el coste de la inversión inicial.