Llevamos años escuchando sobre la Inteligencia Artificial, desde Terminator hasta Jarvis, pasando por el desarrollo real de este tipo de tecnología que ha llevado a crear IAs capaces de ganar partidas de ajedrez a los mejores jugadores del mundo. Tal es el punto de desarrollo de esta tecnología que ya se puede utilizar en el mundo del marketing y la creatividad.
Es necesario que existan tecnologías como la Inteligencia Artificial, que permitan una rápida adaptación, sobre todo en el acelerado y cambiante panorama del marketing digital.
Nuestro día a día nos exige una mayor rapidez de reacción e identificación de tendencias, y, con ello, una adaptación de nuestra vista para generar ideas creativas cuanto antes para que sigan o se conviertan en moda. Ahí es donde entra el papel de la IA.
Hemos podido vislumbrar cómo una IA es capaz de imitar a la perfección un cuadro de Goya, cada pincelada y el orden de estas. A raíz de esta obra es capaz de extraer el estilo del artista a la perfección, pudiendo crear nuevas obras como si el mismo Goya las hubiera hecho. Pero ¿podemos considerar esto creatividad?
Nosotros creemos que la creatividad no puede darse por ese tipo de acciones, ya que una IA, por ahora, no es capaz de crear un nuevo estilo por su cuenta.
Hablando del mundo de la comunicación, la Inteligencia Artificial nos puede ayudar a mejorar la experiencia del usuario, gracias a su exhaustivo conocimiento del público objetivo. Pero, aun así, esta tecnología no puede imitar un pensamiento metafórico ni emocional. Por eso mismo, lo mejor es la combinación de la IA con la creatividad humana.
Mediante una serie de pinceladas creativas dadas por el factor humano podemos ser capaces de establecer unas pautas a la IA para generar las campañas, creatividades y aportar un toque emocional, que en situaciones normales resultaría imposible para este tipo de interfaces.
Al unir el impulso que da la IA a la creatividad humana con su capacidad analítica, obtenemos una serie de directrices. Gracias a esta alianza podemos lanzar mensajes adaptados y dirigidos en el momento oportuno que, con la interpretación de los hábitos del usuario, podemos crear una comunicación creativa de un estilo u otro dependiendo de la situación.
Es por ello por lo que el factor humano es indispensable y, por ahora, parece muy improbable que se le pueda sustituir, pero de la misma forma una inteligencia artificial como soporte o herramienta principal cada vez es más necesarias debido a las exigencias del sector.
De hecho, ya existen algunos casos prácticos del uso de la IA, como por ejemplo Starbucks, que lleva desde hace más de 5 años implantando los avances de esta tecnología en sus procesos de marketing. El punto en el que más importancia ha tenido este desarrollo en su estrategia de personalización, donde ha usado análisis predictivos para ajustarse a las necesidades de sus clientes.
El uso de la Inteligencia Artificial es, por ahora, una tendencia que se puede convertir en una obligación para conseguir unos resultados mucho mejores tras la combinación de esta tecnología con las personas.