Facebook ha eliminado el doble de contenido de la red social en el Q3 de 2019 que en el Q2. Si los de Zuckerberg vetaron 5,8 millones de piezas de contenido el segundo trimestre de este año, en el tercero se han llevado por delante a 11,6 millones de piezas. Algo parecido ha pasado en Instagram. En el Q2, la plataforma eliminó 512.000 piezas de contenido, mientras que en el Q3 han eliminado 754.000.
Desde la compañía apuntan que estas medidas se llevaron a cabo para mejorar la salud de las plataformas y, para evitar la confusión, ha generado una página donde explica qué contenidos se permiten cuáles serán eliminados.
Facebook, como la mayoría de redes sociales, está pensada para construir comunidad, no para destruirla. Por eso, eliminará fulminantemente todos aquellos contenidos que amenacen la seguridad y la dignidad de las personas. Nos referimos a contenido de tipo racista, xenófobo o discriminatorio.
Sin embargo, y aquí viene la polémica, Facebook no eliminará contenido controvertido o directamente falso. La razón de esto es que “queremos que las personas hablen abiertamente sobre los problemas que les importan. Lo que conduce al intercambio de ideas y debate. La respuesta a la información errónea no puede ser menos información, sino más contexto”.
¿Qué harán entonces en Facebook? Advertir al usuario que la información que está viendo ha sido contrastada y catalogada como falsa. ¿Y quién hace este particular “fact check”? pues no lo dicen en la página, pero aseguran que es externo a ellos. Del mismo modo también trabajarán para que las informaciones erróneas se vuelvan virales. Aunque tampoco dicen cómo.
Para que tu marca no corra peligro, lo mejor es crear contenido inclusivo, dinámico y que invite a la participación. Las redes sociales son, en realidad, bastante intelectuales, no hay nada que les guste más que una buena conversación. Y ahora, todo lo nuevo que ha pasado en las plataformas.