Existe, desde hace ya algún tiempo, un tema que parece haber monopolizado todas las conversaciones que se dan en círculos cercanos al sector tecnológico. Nos referimos, por su puesto, a la Inteligencia Artificial (IA, a partir de ahora). De hecho, la IA se ha vuelto tan popular que ya no solo se habla de ella en sectores especializados, sino que, debido a sus enormes aplicaciones, su presencia se ha hecho cada vez más notable también en sectores ajenos a la tecnología (si es que existe de verdad algún sector ajeno a la tecnología).
Sin embargo, y a pesar del boom de los últimos años, es de justicia mencionar que la IA no es algo que haya nacido precisamente hace poco tiempo. De hecho, muchos expertos consideran que la IA nació en 1936, cuando Alan Turing desarrolló una máquina capaz de implementar cualquier cálculo que hubiese sido definido. Aunque sería más tarde, en 1956, cuando un grupo de científicos de la Universidad de Dartmouth (New Hampshire, EEUU) acuñó el término propiamente dicho. El objetivo de estos científicos era el de introducir comportamientos de la lógica racional humana en máquinas.
Hoy en día, existen todavía muchos mitos alrededor de la inteligencia artificial. No es objeto de este post desmentirlos, sin embargo, sí diremos que la IA no tiene nada que ver con robots humanoides capaces de dominar el mundo y sí tiene mucho que ver con algoritmos capaces de acumular gran cantidad de información para dar respuestas muy específicas. Una definición acertada de IA sería la que Om Malik (fundador de GigaOm y socio de TrueVentures) hizo ya en 2016 para un artículo en el New Yorker: “conjunto de tecnologías que intentan imitar o aumentar la inteligencia humana”.
Dicho esto, y como ya mencionamos anteriormente, son numerosos los campos en los que la inteligencia artificial se ha introducido, y el marketing digital es uno de ellos. Pero, ¿cómo ha cambiado la IA el marketing digital? Aquí algunos ejemplos.
En primer lugar, la IA ha conseguido segmentaciones cada vez más precisas gracias las redes neuronales. Para las plataformas publicitarias más grandes del mundo, Facebook y Google, ya no solo importa tu edad, sexo o ubicación geográfica, sino que acumulan millones de datos de sus usuarios para ofrecerte un contenido publicitario súper específico, teniendo en cuenta, claro está, tu comportamiento en Internet.
Directamente relacionado con lo anterior, los sistemas de IA son capaces de hacer predicciones ultra rápidas. De esta forma, gracias al machine learning, es posible predecir las probabilidades de que un prospect se convierta en cliente. Es más, se puede incluso saber, en el caso de que estuviésemos hablando de un e-commnerce, el precio que necesita tu producto o servicio para que el usuario finalmente convierta la transacción. Aunque no debemos olvidar que todo esto depende de que los datos que se puedan recabar sean de calidad. Si los datos fallan, la estrategia también fallará.
Los chatbots son otro de los grandes avances conseguidos en marketing gracias la aplicación de la IA. Con esta herramienta, las marcas y compañías pueden dar asistencia al usuario 24 horas al día 365 días al año. Los chatbots son programas que simulan una conversación con un humano, y son capaces de dar respuestas automáticas a las preguntas más frecuentes. Es cierto que la calidad de un chatbot vendrá determinada por su capacidad de responder a preguntas abiertas, de otra manera podríamos perder al potencial cliente, que acabará cansado de hablar con una máquina. La ventaja de los chatbots es que nunca pierden la paciencia. Para terminar, y a modo de conclusión, diremos que la IA aplicada al marketing busca, sobre todo, personalizar la experiencia del usuario como nunca se había hecho. De lo que se trata es de conocer mejor al público objetivo para ofrecerle, ya no una lista de cosas que pensamos que podría interesarle, sino la solución a su problema. Claro que aún queda mucho por andar, y durante el camino será necesario encontrar el equilibrio que permita una implementación sana de la IA en el marketing gracias a la que avancemos sin perder la humanidad.
La tecnología no es ni buena ni mala, lo serán, en todo caso, las personas que hagan uso de ella. Así, puede ser...
Los tres primeros meses de vida son críticos para cualquiera, y si no que se lo pregunten a las embarazadas. Y...